La carrera por la vacuna contra la COVID-19

El 7 de enero del 2021, el actual presidente, Francisco Sagasti, por medio de un mensaje a la nación, anunció a la población la llegada de 1 millón de vacunas contra el COVID-19 provenientes de China. La fecha está confirmada para el mes de enero y se priorizaría la aplicación a los trabajadores de primera línea como los médicos.

A la llegada de las vacunas, se han desarrollado muchas preguntas por parte la población y opinión pública, acerca de la eficacia y proveniencia de estas, interrogantes que necesitan ser respondidas con información verídica y certificada.

El contar con una vacuna con el 79% de confiabilidad ya es un gran avance y una señal de esperanza para la población peruana. Pero, ¿qué hay de aquellas en fase 3 que cuentan con un 90% hasta 95% de confiabilidad?

Ahora que existen vacunas autorizadas y recomendadas (fase 3) contra el virus en los Estados Unidos, Rusia, Alemania, Inglaterra, China y demás países, es fundamental contar con información precisa sobre los ensayos y procesos médicos correspondientes. En agosto del 2020, se conocieron 142 vacunas candidatas, a la fecha solo 11 de estas se encuentran en fase 3 y otras en la espera de la aprobación del FDA para su comercialización.

Algunas de las vacunas en fase 3:

  • Oxford/AstraZeneca
  • CanSino Biologic
  • Johnson & Johnson
  • Sinopharm
  • Sinovac Biotech
  • Bharat
  • Novavax
  • Sputnik V
  • Pfizer
  • Moderna

Recientemente, la vacuna Pfizer obtuvo una aprobación e incluso la primera dosis se dio en diciembre en Estados Unidos. Mientras que, Reino Unido comienza a usar la vacuna de Oxford y AstraZeneca, de esta manera la aprobación se va otorgando a distintos laboratorios paulatinamente.   

Comencemos con aclarar el proceso o las fases que una vacuna tiene que llevar para conseguir la autorización del FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos) para su comercialización (en este caso de emergencia). Procesos que normalmente llevan un tiempo estimado de 6 a 10 meses de evaluación.

En la primera fase, se revisa específicamente la seguridad de las vacunas, los científicos aplican esta vacuna en grupos reducidos de personas (entre 20-10) con el objetivo de no encontrar efectos secundarios y que verdaderamente se estimule al sistema inmune (la creación de anticuerpos que sirven de defensa).

Para la segunda fase se dividen a los voluntarios de la muestra en categorías, es decir, niños, adultos mayores, varones, mujeres y personas con discapacidad. La muestra es más grande ya que se requieren de 200-900 voluntarios.

Y en la fase 3, se mide la eficacia de la vacuna, se incrementa la muestra a más de 30 mil, unos reciben la vacuna y otros reciben placebo para luego comparan los resultados. La eficacia de la vacuna se encuentra en la cantidad de personas que realmente consiguen el objetivo: no tener la enfermedad. 

Las vacunas que más popularidad tienen en los medios convencionales y científicos, son tres: la vacuna de Oxford AstraZeneca, la vacuna Moderna y la vacuna Pfizer BioNTech, debido a la alta confiablidad que sus laboratorios demandan. No obstante, se siguen monitoreando los efectos secundarios y demás por dos meses para descartar cualquier tipo de inconvenientes.

La mayoría apuestan por modelos de vacunas más convencionales, como la de Oxford. Usando partes del virus vivo atenuado o inactivado o fragmentos de proteína S del virus. Se están replicando distintas partes de lo que se conoce como la proteína Spike. que luego son introducidas al organismo a través de la vacuna para que nuestro sistema inmune genere anticuerpos.

Por otro lado, la popularidad de las vacunas Pfizer y Moderna radica en sus porcentajes de eficacia, sin embargo, para países donde aún no se cuenta con una tecnología de punta tan avanzada, como sucede en la mayoría de países latinoamericanos. Sus protocolos de conservación son muy complejos. Estas vacunas requieren de una cadena de frio (ultra congelación -94° F), proceso que no está alcance del todo el mundo. Además, no sirven para la distribución en gran escala, ya que el frecuente calor medio perjudica su conservación.  

La técnica in vitro que se aplica en ambas, se conoce como estrategia de ARNm, (las siglas de ácido ribonucleico mensajero), este modelo no se basa como los anteriores en introducir proteínas del virus e introducirlas en nuestro cuerpo, sino en introducir en el organismo instrucciones genéticas a través de moléculas ARN, para encargar a nuestras células que creen ellas mismas las proteínas que nos defenderán del virus.

Si bien es cierto es una técnica nueva, lleva años en marcha y se ha mostrado que pueden provocar inmunidad contra la gripe o el Zika. Si hablamos de eficacia, Oxford cuenta con un rango de 62% a 90%, mientras que Moderna muestra un 94.5% y Pfizer un 95% de confiabilidad. Para las tres vacunas mencionadas se requieren dos dosis, en cuatro semanas (Moderna) y tres semanas (Pfizer). Las tres vacunas se encuentran en un proceso de autorización para el uso de emergencia otorgado por la FDA.  Recordemos que las fechas dependen de la aprobación, la vacuna Moderna y Pfizer comenzaron a distribuirse a mediados de diciembre del 2020 en Estados Unidos.  

Se sabe por anteriores epidemias que un virus está más o menos derrotado cuando el 60% o el 70% de la población es inmune, ya sea por haber pasado la enfermedad o por la vacunación. Pero no es un concepto total, sino variable, que puede cambiar muchas cosas. Por lo que no se debe bajar la guarda, el contar con una vacuna con el 79% de confiabilidad como la de Sinophram es un gran avance. Se necesita el compromiso, de las autoridades competentes, a seguir una buena planificación transparente para que la medicina llegue a los más vulnerables dentro de la pandemia que aún enfrentamos.