La importancia que tiene la práctica del fact-checking para la sociedad peruana y el periodismo de hoy

Nos encontramos en un periodo de tiempo de constante cambio, donde la información no para de producirse, difundirse por variedad de canales y replicarse en diferentes contextos sociales. Estamos frente una avalancha de información, que no necesariamente usa datos confiables o se sostiene de argumentos fundamentados, provocando la desinformación en quienes la reciben.

Dicha desinformación usualmente se vincula con hechos descontextualizados, discursos políticos de importancia gubernamental y declaraciones engañosas en campos como la salud, economía, cultura, etc. Data falsa que repercute en la toma de decisiones de las personas.

En nuestro contexto, son las redes sociales los principales canales de difusión y amplificación de noticias falsas, por ejemplo: cadenas de WhatsApp, audios, memes, capturas de pantalla, etc. Esto, sumado a la crisis de credibilidad y confianza a los medios que se vive actualmente.

Por tal razón, es necesario implementar herramientas como el fact-checking, que ayudan a filtrar la información falsa (fake news, declaraciones off the record, discursos políticos engañosos, datos estadísticos no oficiales, imágenes con retoque, etc.).

Diarios como La República o El Comercio cuentan con áreas especializadas en la verificación de datos.

En el Perú, ya existen espacios especializados en el fact-cheking o verificación de datos. Ya sean privados, públicos o independientes, la mayoría de estos sigue un modelo de proceso base para verificar datos. Modelo que se relaciona con Chequeado (Argentina), el primer espacio fact checker en Latinoamérica.  

El fact-checking es una herramienta que ha tomado fuerza a raíz de la crisis política y sanitaria que atravesamos en el país. Consiste principalmente en la calificación de la información con verdadero, falso, engañoso (intención de desinformar), impreciso (sin intención de dañar), frase falsa y no verificable (no hay datos). Demostrando la veracidad de fuentes, acudiendo a especialistas en los temas específicos e investigando en la open data para evitar la subjetividad y fortalecer la democracia.

Puedes leer: ¿Cómo funciona el fact checking?

Esta herramienta es más solicitada en escenarios con sucesos de relevancia o rebote. No obstante, también se emplea en las declaraciones o hechos que involucren personajes públicos, candidatos políticos, funcionarios públicos, personajes que abogan por grupos de interés o derechos humanos y falsos expertos.

Para mostrar la importancia del fact-checking, podemos tomar un ejemplo de nuestra coyuntura nacional. El 11 de septiembre murió Abimael Guzmán (86), fundador y líder guerrillero peruano de Sendero Luminoso, quien cumplía una cadena perpetua desde 1992 en la Base Naval del Callao. El hecho generó gran controversia en el poder político, medios de comunicación y opinión pública a través de variedad de declaraciones y posiciones al respecto.

El lunes 13, un grupo de congresistas, en acto de abuso de derechos, se reunieron con fiscales en el Callao para supervisar el proceso de petición de entrega de restos al cónyugue. Acciones como esta abren nichos para la duda y desinformación, buscando desacreditar la veracidad de comunicados oficiales difundidos por importantes instituciones en el país como la Policía Nacional del Perú, el Instituo Nacional Penitenciario y la Fiscalía de la Nación.

Los desinformadores complican la labor del periodista. Son estos quienes inoculan y generan duda en las personas que están propensas a reproducir teorías conspirativas que muchas veces resultan de las fake news. Lo preocupantes es que existen periodistas y medios de comunicación que se dedican a cometer estos actos que viola la ética que se requiere para manejar información.

Según David hidalgo (Ojo Público), hacer un buen periodismo ya incluye verificar la información. Sin embargo, a veces la primicia influye en la publicación de información que no ha terminado de ser filtrada. Es necesario que existan estos espacios especializados que netamente se ocupen de filtrar.

Con esta herramienta de verificación, el periodismo encuentra una manera de rescatar y refrescar la importancia de aplicar un ejercicio periodístico de calidad al momento de manejar datos. Es parte de la responsabilidad del periodista analizar la información que se obtiene antes de su difusión.

Por lo tanto, el fact-cheking tiene gran importancia, en nuestra sociedad, y se encuentra en la confiabilidad que esta herramienta brinda a las personas al momento de tomar decisiones. El tener información verificada a la mano otorga conocimiento y cierra camino para autores de data falsa que buscan hacer daño en un escenario tan volátil como el nuestro.

El ciudadano necesita estar informado para poder tomar buenas decisiones. Sobre todo ahora que se encuentra en medio de una crisis no solo sanitaria sino también política.

Censura al fact checking: https://gestion.pe/blog/menulegal/2021/07/fact-checking-y-censura.html/?ref=gesr

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